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COMO EL YOGA SE CONVIRTIÓ EN MI VIDA “Un Curriculum Vitae”


CÓMO EL YOGA SE CONVIRTIÓ EN MI VIDA

“Un Curriculum Vitae”

 

A los 23 años me fui a vivir al Pirineo, La conexión con la montaña y la pasión por el snowboard transformó mi vida por completo. Allí conecté de una manera muy profunda con la Naturaleza y con mi propio Cuerpo, y a su vez, el Yoga surgió como necesidad.

Todo lo que antes tenía sentido en la ciudad, saliendo de fiesta con las amigas, comenzó a parecer totalmente absurdo, y de pronto conexiones y experiencias más sanas, profundas e intensas empezaron a llamar mi atención. Y así comenzó mi gran aventura.

 

EL VIAJE:

 

A partir de ahí comencé a practicar Yoga en cada lugar por el que iba pasando. Durante mucho tiempo no tuve una residencia fija y mis maestros fueron muchos y muy variados.

 

Sin duda, mi primera gran Maestra fue Ledicia Álvarez (corría el año 2010), a pesar de no asistir con ella a más de 10 clases, dejó en mí una huella imborrable, me enseñó los fundamentos del yoga con una precisión difícil de igualar y despertó mi curiosidad disponiéndome en la dirección del aprendizaje y el autoconocimiento más sinceros. Por aquel entonces, gracias a ella, asistí a mi primera sesión de kirtan con la sublime Eva Espeita, el 11/11/2011, me acuerdo como si fuera ayer. Cantó el mantra AMMA AMMA TAYE que a día de hoy todavía recuerdo con exactitud.

 Estas dos experiencias sin duda marcaron el principio de mi camino que a partir de entonces consistía en mucha práctica (a diario) de yoga y meditación y lectura de textos clásicos y todo manual de yoga que caía en mis manos. Durante mucho tiempo, practicaba por mi cuenta ya que viajaba cada seis meses de temporada de nieve a temporada de verano. Desde el principio, la práctica fue algo totalmente fundamental y gozoso para mí. No me costó ningún esfuerzo incluirlo en mi rutina diaria, más bien fue algo que sucedió de manera espontánea, tanto mi práctica, como de vez en cuando improvisar alguna clase con los amigos que me lo pedían con el conocimiento del que yo humildemente disponía. Esto desde el principio sucedió de manera natural, como si yo ya en otra vida hubiera enseñado yoga. Tenía una facilidad remarcable para recordar completamente cada sesión de yoga a la que asistía y a día de hoy, tengo una capacidad innata para entender el porqué de las secuencias de yoga y ser capaz de recordarlo y transmitirlo.

 

Así que desde 2010 el Yoga me acompaña:

 

En 2013 cumplí un sueño, irme un año entero a Nueva Zelanda. Me acompañó Nico, mi pareja por aquel entonces. Este viaje cambió mi vida, vivimos todo el año en una furgoneta, trabajando en el campo e intercambiando trabajo por alojamiento y comida en granjas ecológicas a lo largo de todo el país. Aprendí muchísimo de la vida en el campo y de diferentes modelos de granjas autosostenibles, comunidades, sanadores, yoga y meditación.

 

-En Nueva Zelanda realicé el Retiro de Meditación Vipassana. (2013)

 

Diez días de intensa meditación, en silencio absoluto, con unas doce horas de meditación diaria. No sé muy bien qué fue lo que me llevó a hacerla, pero realmente es una experiencia que marcó mi vida y de la que me fui dando cuenta  con el paso del tiempo  de lo profundo del aprendizaje que supuso para mí.

 

 

En 2015 cumplí mi segundo gran sueño, viajar a la India. Emprendí un viaje de 6 meses yo sola por aquel país que hacía mucho tiempo que llamaba mi atención. Desde el primer momento me sentí como en casa, disfruté de cada momento, aprendí de cada experiencia, porque en la India “todo es posible” Sab kuch milega!!!!

 

-En Ladakh (India) realicé un Teacher Training Course en  Hatha Yoga, dirigido por Mike Narada (Gaiatree School), donde recibí un Certificado 200h RYS. (Julio 2015)

 

-En Bhagsu (India) asistí a un taller intensivo de 4 días que me marcó bastante , “SOMALCHEMY”, una brillante fusión entre el conocimiento ancestral de los Vedas, el Chamanismo, la tradición Sufí y la Física cuántica de la mano de Demian OM, una experiencia poderosa que abrió en mí realidades hasta entonces insospechadas.

 

A la vuelta de India, durante mi última temporada en Andorra, combinaba mi trabajo en una tienda de material de esquí con clases de yoga que ofrecía en mi casa. En Andorra conocí a Amilde Zanassi en los Círculos de Mujeres que ella ofrecía en Luna llena y Luna Nueva. Amilde es todo corazón y todos los talleres que ofrece son una maravilla.

 

-A través de ella conecté con el Kundalini Yoga tal y como lo enseñó Yogui Bhajan y obtuve mi Certificado de Profesora de Kundalini Yoga Nivel 1, 220h KRI. Formación dirigida por Satguru Kaur Khalsa, una mujer intensa y tremendamente poderosa que sin duda contribuyó a mi despertar (no sin confrontarme) y a la que debo cambios muy imporatntes en mi vida. (Durante todo el 2016 en Barcelona)

 

 

 

Cuando vuelvo a Guadalajara comienzo a asistir a cursos en la escuela de yoga Aushadhi para profundizar en mi práctica. El nivel de enseñanza en Aushadhi es de una calidad inigualable.

 

-Asisto el curso de “Autogestión en la práctica de Hatha Yoga” con Marta Espeita (aprendí mucho de anatomía aplicada al yoga, secuenciación de las sesiones y ajustes en las posturas. Recomiendo los libros de Mark Stephens para estas cuestiones que ellas me recomendaron)

 

-Disfruto del curso “Sadhana de Nada Yoga” yoga del sonido con Eva Espeita, Jorge Lozano y Alicia Corral. Una maravilla de experiencia sonora, un deleite para mis sentidos, una puerta hacia el yoga del sonido, que realmente hace vibrar mi corazón, y que aunque todavía siento pavor con la simple idea de cantar en público, poco a poco algo se va abriendo dentro de mí y hay una cosa que tengo muy clara, la sensación que me produce cantar no la he sentido nunca antes en mi vida con ninguna otra práctica.

 

A finales de 2016 establezco mi residencia en Guadalajara y comienzo a dedicarme exclusivamente a la enseñanza de Yoga y la venta de productos artesanales para la práctica de Yoga y Meditación, principalmente zafus.

 

- En Diciembre de 2017 cursé el Nivel 2 “Comunicación Consciente” 50h KRICon Sarabjit Kaur khalsa y Devta Singh, maestros genuinos, amables y con un gran corazón y sabiduría.

 

            A partir de 2018 volví a conectar con lo que yo siento como mis raíces, El Hatha Yoga Tradicional, por dos fuentes simultáneamente:

 

-Conozco a Maheshwari (Mayte Aguado) y asisto con ella a algunas clases, despertando la posibilidad de recibir formación con ella en un futuro próximo.

 

-Comienza el ciclo GATHASTA YOGA I en Aushadhi, con Eva Espeita. 

 

     

 Cada una de las experiencias que acabo de nombrar merece un post completo por sí sola, que prometo que escribiré pronto. Y hay otras muchas experiencias y maestros (del ámbito del yoga y de la vida misma) que han dejado huella en mi, aunque aquí sólo he nombrado las más importantes a nivel de formación.

 

        Este pequeño recorrido por mi experiencia yóguica lo escribo sobre todo para mí, para no olvidar y dejar constancia de todas estas experiencias maravillosas que he vivido y de todo el esfuerzo (porque no todo fue fácil) que he invertido en este camino. Porque hoy en día, con tanto exceso de imágenes impresionantes en las Redes Sociales, y el tan creciente número de profesores de yoga por doquier, una (yo) tiende a pensar que nunca es lo suficientemente buena o que nunca tiene la suficiente formación o que no tiene nada que enseñar…

 

         Y la verdad es que es difícil saber cuándo un@ está preparado. Al final, el Yoga, como la vida, es un camino y no tiene fin, lo importante es seguir aprendiendo y avanzando pasito a pasito. Siempre habrá alguien del que puedas aprender, y alguien al que puedas enseñar. Vive con humildad y con ilusión, pero sobre todo, NO TE OLVIDES DE DISFRUTAR EL CAMINO.

 

          Hoy echo la vista atrás y recuerdo lo maravillosa y transformadora que fue cada una de las experiencias vividas y no puedo más que mirar hacia delante, con agradecimiento y aceptar cada reto y cada aprendizaje que la vida me traiga. Y en definitiva, seguir disfrutando de este camino que es la vida, y de esta vida que es YOGA.

 

 

HARI OM  TAT SAT